miércoles, 10 de febrero de 2010

Hasta luego, Haití

Cuando leáis estas líneas ya estaré camino de Santo Domingo, en un vuelo de Naciones Unidas para regresar a España tras cuatro semanas en Haití.

Los últimos días, el acceso a Internet no ha sido muy regular en la zona en la que estamos trabajando ahora. Desde hace unos diez días los equipos de Médicos del Mundo España apoyamos los servicios de atención primaria y dispensarios de Petit Goave.

Antes de contaros lo que estamos haciendo aquí, me gustaría hacer un breve balance de lo que hemos hecho en Puerto Príncipe, donde siguen trabajando los compañeros de Médicos del Mundo Francia, Canadá y Grecia.

Tenemos que entender que la situación en la capital para todas las personas que han perdido sus hogares sigue siendo muy difícil. Miles continúan viviendo en campamentos de personas desplazadas y sus necesidades básicas no se cubren

La coordinación entre actores y agencias es uno de los retos de la emergencia, dada la gran cantidad de organizaciones presentes en la zona. En el clúster de salud hay presentes al menos 150 organizaciones. El sistema de clusters fue implantado por Naciones Unidas en 2005 como forma de coordinación en emergencias y se organiza por sectores (salud, educación, etc…). Intenta ordenar la intervención, pero aún así, no está siendo fácil.

La foto que dejamos atrás en Puerto Príncipe nos revela que la crisis era ya grave antes del terremoto y que éste ha venido a agravarla. Una población que ya vivía al día ha perdido sus recursos y sus medios de vida. Aún así, su fortaleza y paciencia resultan increíbles.

He estado casi tres semanas en la ciudad y no he presenciado ningún problema de seguridad. Con la situación que se vive, es encomiable que se mantenga la calma. Y hemos visitado muchísimos campamentos y en todos ellos nos han recibido de forma muy acogedora. Calculamos que los tres equipos de Médicos del Mundo habremos realizado unas 9.000 consultas y seguimientos en los suburbios de Carrefour Feuilles, Sans fil, Bernard Meuse, Canapé Vert, Delmas 33 y Cité Georges.

La mayoría de los problemas de salud que hemos detectado tenían que ver con condiciones de vida anteriores al seísmo y a la situación de los campamentos. Muchas personas acusan la falta de refugio, el hacinamiento, una higiene muy deficiente y las dificultades para acceder a agua potable.

Cuando concluí mi labor de apoyo a los compañeros franceses, me incorporé a la misión que Médicos del Mundo España había enviado a Petit Goave. Este distrito se encuentra unos 70 kilómetros al oeste de Puerto Príncipe y en la ciudad viven unos 12.000 habitantes.

En la zona estamos facilitando apoyo a los dispensarios rurales y hemos evaluado la situación del hospital para volver a ponerlo en marcha. Para lo primero, estamos visitando los dispensarios situados en las zonas más remotas, ya que se trata de un área montañosa cuyo sistema de salud ya era muy precario antes del terremoto. Además, el seísmo y su impacto en las ciudades han dejado a otras áreas sin recursos sanitarios. Tenemos previsto también poner en marcha un programa de salud materno infantil y salud sexual reproductiva en el área.

Ahora regreso a España, pero tengo previsto volver en unas semanas para formar parte del proyecto que Médicos del Mundo, ya en una segunda fase, que se centrará en la reconstrucción de un sistema de salud con graves carencias antes de la catástrofe.

No es fácil resumir las sensaciones producidas tras cuatro semanas en Haití. Si tuviera que destacar algo sería, como ya he dicho, la fortaleza del pueblo haitiano ante la adversidad. Y la imagen que condensa mejor lo que ha pasado en el país caribeño la reprodujo El País el pasado 5 de febrero:

Desnudo en Haití
Cristóbal Manuel / El País | 05-02-2010

El hombre desnudo que camina por calles en medio de la devastación producida por el terremoto refleja la vulnerabilidad de todo un país ante la catástrofe, y así coincidimos con Philippe Cottin, fotógrafo voluntario de Médicos del Mundo Francia.

Desde este blog, me gustaría dar las gracias a quienes habéis estado siguiéndolo día tras día y, por supuesto, a todas las personas que nos apoyáis y nos permitís llegar a las personas más vulnerables, no sólo en catástrofes como Haití, también a las que ven vulnerados su derecho a salud y que no siempre viven tan lejos. Muchas veces están en la calle de al lado.