jueves, 18 de marzo de 2010

Mapa de los sonidos de Haití

Para los haitianos y haitianas, la casa fue la primera de una larga lista de pérdidas. A ella le siguieron familiares y seres queridos, autonomía e independencia, en muchos otros casos... Me resulta difícil imaginar la reconstrucción de un país en el que el caos es lo normal y el desastre lo convierte en un escenario catastrófico, de magnitud inconmensurable.

Un gran reto en esta fase de nuestro trabajo supone el hacer participe a las autoridades sanitarias locales, compartir la toma de decisiones, pues debemos hacer que ocupen su lugar, y no hablamos de espacio físico. Hemos comentado varias veces que partíamos de la base de un sistema de salud débil, ya previo al terremoto, así que la tarea no será sencilla.

Parece que hubiese estado fuera de aquí mucho más de los 10 días que he estado. La banda sonora de la bienvenida corre a cargo de “los motores” (de helicópteros, coches, motos y generadores eléctricos) y el volver a dormir en mi caseta verde con mi saco, debajo de los árboles de atrás, es casi como el reencuentro con mi espacio personal dentro de esta vorágine. En él leo un rato o escucho música antes de dormir y me despierto con la salida del sol, amenizada por los gallos y los cánticos religiosos de las vecinas. Sí, además de alturas esto va de sonidos. Otro muy peculiar es la mezcla de lenguas y acentos en los lugares de trabajo de las ONG, inglés, francés, castellano, creole...

De camino a Petit Goave comentaba con Magalie Vairetto, mi compañera logista, cuánto le llaman la atención las frases de las coloridas guaguas, pura filosofía muchas veces. “Debes pasar por el pasillo del fracaso para llegar al salón del éxito”

Ayer, después de varias horas de amenaza de truenos y relámpagos, empezó a llover y lo hizo con mucha intensidad hasta bien entrada la noche, lo cual ha tenido sus consecuencias para todas las personas que viven en la calle y en regiones como Les Cayes ha habido corrimientos de tierra.

El regreso me hace recordar el videoclip Lovers in Japan, de Coldplay, cuando se ven a sí mismos en una tele, cuya imagen a su vez se ve proyectada en otra.... Es frecuente escuchar a cooperantes que dicen “en mi vida normal esto, en mi vida normal lo otro...”. Es como si al venir a terreno atravesásemos un telón y entrásemos en otra esfera que nada que tiene que ver con la nuestra. No hablo de metafísica ni de viajes astrales ayudados por el avión de Iberia ;) si no de la sensación permanente de estar en un mundo y una vida completamente distintos. Otro escenario, otro color, otro rol, pero la reflexión continua a la que nos arroja esta creciente e injusta desigualdad.

1 comentario:

  1. Hola Pino, frente a tu realidad es evidente que la nuestra se dulcifica en gran medida, me conmueve, sobre todo, verte ahí en primera línea, y supongo que sabes por qué. Por la parte que me toca, ya sabes que te tengo presente, sobre todo para que esa realidad te haga todavía más generosa. tq

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