viernes, 9 de julio de 2010

La mundialización en Haití

Goooooooooooool, goooooooooooooool, guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Son las 13:40 y el griterío irrumpe en la reunión semanal que ONG y dirección del hospital mantenemos cada lunes. Juegan Brasil y Chile, la canarinha marca su primer tanto y estalla la locura.

Desde que empezara el mundial de fútbol la fiesta está garantizada cada vez que juegan Brasil o Argentina, pues haitianos y haitianas siguen con fervor cada partido, tanto es así que el país se paraliza casi por completo. Cuando nos desplazamos por Puerto Príncipe hacemos en 10 minutos trayectos que cualquier otro días se hacen en al menos 30 y es que todo el mundo se va allí donde haya una tele. Agolpados en los pocos bares, en los muchos chiringuitos de venta de lotería y como no, también en la casa o tienda de alguien que quiera compartir esos momentos emocionantes con sus amigos y familiares.

Cientos de agrupamientos de adultos que tratan de ver (la imagen no es demasiado buena y los planos que captan las cámaras son de lejos) la evolución del partido y los más pequeños, que se hacen un hueco entre las piernas de los grandes…todos y todas quieren ver qué sucede y estar al día. Los que no tienen esta oportunidad siguen “el gran acontecimiento” a través de la radio.
Hay calles decoradas con botellas de plástico que han pintado de amarillo y verde, de azul y blanco y colgado con cuerdas de un poste a otro, pintadas en los muros y hasta troncos de árboles con esos colores. Improvisados puestecillos de venta de camisetas y banderolas reinan en las esquinas, hasta el Ayuntamiento de Delmas se ha unido al evento con una pancarta.

Smith y Mario, compañeros del equipo local, van con Brasil y Argentina, respectivamente, y ese día uno aparece con un pasamontañas (¡con el calor que hace!) y el otro con una bandera, dejando claras sus preferencias; sin embargo a Salvé, que va con Paraguay y Chile, con ese partido en el que Chile quedó eliminada le tocó sufrir. Los guardianes, por su parte, han habilitado un espacio con una tele sobre unas cajas y una antena formada por unos tubos entrelazados, así que…seamos futboleros o no, nos vamos enterando de cómo evoluciona el campeonato, casi al minuto, comentaristas haitianos no muy habituados al oficio mediante ;)

De nuevo estalla el clamor y tenemos que interrumpir la reunión por unos minutos. Cuando llega el tercero, el administrador del hospital ya se desespera y bajo la escusa de una llamada de teléfono importante cierra la reunión. Tendremos que ver el calendario de los próximos partidos para tenerlo en cuenta en las planificaciones, bromeo con el resto de participantes. ¡Y no exagero!

La compañía eléctrica, que hasta ahora mantiene el suministro sólo entre la puesta y la salida del sol, este mes incluye también las horas de los partidos…

Al finalizar el partido que clasifica a Brasil para la siguiente ronda, la gente empieza a salir a la calle ataviada de verde y amarillo, con la cara pintada, con las moto-taxis y coches decorados con banderolas y acompañados por un camión que ameniza el pasacalle que recorrerá todo Petit Goave con música a tope y seguido por los forofos que cantan y bailan con una enorme sonrisa en la cara. Los piques y bromas con los seguidores de Argentina están garantizados.

Las conversaciones en estos tiempos, como en muchos otros lugares del mundo, giran en torno al monotema… Esto me ha hecho recordar a esa película “la gran final” que cuenta como personas de 3 contextos completamente diferentes se las apañan para conseguir ver la final de un mundial. Unos en la Amazonía, otros en el desierto del Sáhara…

Pero la fiesta se ha acabado antes de lo esperado al ser eliminados sus equipos. Nuestros compañeros y compañeras ahora van con España que jugará la semifinal con Alemania,…el caso es divertirse, dicen.

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